Las impresoras láser son conocidas por su alto volumen de salida y sus bajos costos por página. Las i
mpresoras láser son empleadas a menudo en compañías como centros de impresión departamentales o de grupos de trabajo, donde la durabilidad, rendimiento y los requerimientos de salida son la prioridad. Como las impresoras láser satisfacen fácilmente estas necesidades (y a un costo por página razonable), esta tecnología es ampliamente utilizada como el caballo de batalla en la impresión empresarial.
Las impresoras láser comparten bastante de la tecnología de las fotocopiadoras. Los rodillos jalan una hoja de papel desde una bandeja de papel y a través de un rodillo cargador, el cual le dá al papel una carga electrostática. Al mismo tiempo, un tambor de impresión le dá la carga contraria. La superficie del tambor es escaneada luego por el láser, descargando la superficie del tambor y solamente dejando esos puntos correspondientes al texto deseado e imagen con una carga. Esta carga es luego utilizada para forzar el toner a adherirse a la superficie del tambor.
El papel y el tambor se ponen en contacto; sus diferentes cargas hacen que el toner se pegue al papel. Finalmente, el papel viaja a través de los rodillos de fusión, los cuales calientan el papel y derriten el toner, juntándolo con la superficie del papel.
Las impresoras láser a color tienen como objetivo combinar las mejores características de la tecnología láser y de inyección de tinta en un paquete de propósito múltiple. La tecnología está basada en la impresión tradicional monocromática, pero utiliza componentes adicionales para crear imágenes y documentos a color. En vez de utilizar solamente un toner negro, las impresoras láser utilizan un toner con una combinación CMYK. El tambor de impresión rueda cada color y coloca el toner un color a la vez; o, coloca los cuatro colores en un plato y luego los pasa al papel a través del tambor, transfiriendo la imagen completa en el papel. Las impresoras láser a color también emplean un aceite de fusión junto con los rodillos de fusión calentados, lo cual junta aún más el color del toner al papel y proporciona diferentes niveles de brillo a la imagen final.
Debido a sus funcionalidades adicionales, las impresoras láser a color son usualmente el doble de costosas (o a veces más) que las impresoras láser monocromáticas. Al calcular el costo total de propiedad con respecto a los recursos de impresión, algunos administradores pueden desear separar la funcionalidad monocromática (texto) y color (imagen) a una impresora láser monocromática dedicada y una a láser a color (o de inyección de tinta) respectivamente.
Dependiendo del tipo de impresora láser instalada, los costos de consumibles son usualmente proporcionales al volumen de impresión. El toner viene en cartuchos que son inmediatamente reemplazados; sin embargo, algunos modelos vienen con cartuchos recargables. Las impresoras láser a color requieren de un cartucho para cada uno de los cuatro colores. Adicionalmente, las impresoras a color requieren el uso de aceites de fusión para sellar el toner con el papel y botellas de desecho para capturar los botes de toner. Estos suministros adicionales aumentan los costos de las impresoras láser a color; sin embargo, esto no es nada si se compara con su duración de aproximadamente 6000 páginas, lo que es mucho más que la vida útil de las impresoras de inyección de tinta o de impacto. El tipo de papel es menos relevante con las impresoras láser, lo que significa que la compra en cantidades de papel xerográfico normal o de fotocopias, es aceptable para la mayoría de los trabajos de impresión. Sin embargo, si tiene pensado imprimir imágenes de alta calidad, debería optar por papel brilllante para lograr una apariencia más profesional.